El general Oscar Naranjo, colombiano conocido por su acción neutralizadora al narco Pablo Escobar, responsable de casi 50.000 muertes, leyó bien casi cincuenta mil muertos. Acción que le costó migrar durante varios años a Argentina. Llegó a la jefatura de policía y fue el segundo del presidente Santos.
Naranjo fue elegido, por sus pares de casi todo el planeta, como el mejor policía del mundo. Otra cosa que lo caracteriza es su humildad, sumada a su simple sabiduría.
Simple porque ve las cosas de manera simple y propone de la misma forma. Es común escuchar que dice “del comercio informal al delito hay un paso”.
En Latinoamérica somos los más “vivos” cuando hacemos trampita al sistema, cuando evitamos cumplir con nuestras obligaciones, dicho de otra manera “cuando evadimos la ley”.
Actividades en la vía pública: pedir una moneda, limpiar vidrios en los semáforos, cuidar vehículos, vender lo que sea y la lista sigue, son todas actividades ilegales, SIN IMPORTAR LA RAZÓN por las cuales se hacen. Salvo que se tenga el debido permiso.
¿Cómo se siente el comerciante que renta un espacio, cumple con las leyes tributarias, las sanitarias, etc.? Bien estúpido y abusado.
La copia y distribución ilegal de libros, música, relojes, bolsos, ropa, calzado y la lista es interminable son actividades ilegales.
El irrespeto por la propiedad intelectual o el derecho de marca es moneda corriente. La mayoría de la gente desconoce que este delito, en México, se paga con cárcel efectiva y multa dineraria.
¿Qué tal si dejamos de ser “tan vivos” nos ponemos serios y valoramos el trabajo ajeno y lo respetamos? Eso se vería reflejado en la sociedad toda.
El Estado puede, o mejor dicho debe ser parte del cambio, informando y formando a la gente; tal vez desde la misma escuela. Limitando los espacios a la informalidad y estar del lado y apoyando a quienes sí pagan impuestos.
¿Si nos ponemos serios en destrozar esa burda tolerancia hacia los considerados delincuentes pequeños permitiría romper la base de la pirámide del delito que de ahí lleva a los pequeños y grandes hurtos, de ahí al cobro de piso (Vacuna en colombiano), la Extorsión y al Secuestro, a un saltito de los asesinatos y crímenes de alto impacto?
“Ignorar el problema no le sirve a nadie de bien,
seamos “vivos” de verdad, todos somos parte del Estado, sin importar nuestra nacionalidad. “