Desde el inicio de este nuevo ciclo de vida que ha implantado en el mundo el denominado VIRUS Covid-19 en todos los medios y todos los tipos de comunicación imaginables, hemos estado invadidos de noticias (verdaderas y falsas), comentarios, ANÁLISIS de los expertos en la materia y de los expertos en todo tema que acontezca.
Pero sobre todo hemos estado inundados de estadísticas de cómo se comporta el VIRUS por país, región, municipio, etc., etc., y etc. Estadísticas realizadas y dadas a conocer en los medios de comunicación sin mencionar, en la gran mayoría de los casos, las fuentes de datos, la metodología empleada, los márgenes de error y sobre todo realizadas sin valorar las asimetrías que por ejemplo se dan en la forma de vida entre las grandes urbes y los espacios rurales, o entre los países con que tienen una gran densidad de población por kilómetro cuadrado y los que tienen una dispersión. En resumen la aparente necesidad de emitir un dato, hace que la relevancia del mismo se opaque o se elimine directamente ya sea por voluntad, falta de rigor científico o solo por placer la difusión de una inexactitud o directamente una mentida.
Dentro de todos estos ANÁLISIS lo que más se está escuchando y leyendo al día de hoy, es lo relacionado con el día D o cuando acabe el confinamiento.
NO EXISTE DIA D y lo refiero con mayúscula porque el simple sentido común y un mínimo de suma nos dice que si estamos en Abril de 2020 y el horizonte es una año para que la Vacuna este lista ( a excepción si somos de los que creen en las teorías de la conspiración y creen que esta ya está lista y cualquier día sale a salvar al mundo o dominarlo) esto nos dice que hasta el final del segundo semestre del 2021 estaría ya ampliamente fabricada para que todas las personas iniciaran el proceso de tener acceso a la misma, lo cual nos lleva a la reflexión que hacia el 2/4/2020 en el artículo Error en el Cálculo de la Probabilidad de esta misma columna en que señalaba ” ….Esta nueva realidad que no tiene plazo de vencimiento y que ha venido para quedarse nos obliga a plantearnos muchas interrogantes, algunas de las cuales trataremos de compartir.
En primer lugar esta familia de VIRUS conocidos como [def]Coronavirus[/def] y cuyo antecesor fue el SARS y el actual el Covid-19 han llegado para quedarse , y al igual que aprendimos a convivir con el SIDA, el EBOLA , el H1N1 tendremos que adaptar nuestra forma de vida para convivir con estos VIRUS y en el tiempo y el espacio se desarrollaran nuevos tratamientos y vacunas que nos volverá a una cotidianidad de la vida hasta este momento desconocido pero que al igual que ahora convivimos con el cáncer, la diabetes y otras enfermedades crónicas será cotidianidad al fin, …..”
Lo que los grandes gurús de planeación estratégica de largo plazo, así como los gobiernos ya debe estar estudiando son cuáles serán las nuevas normas de convivencia social, los hábitos de higiene , transporte y compra a implementar y por consiguiente las nuevas formas de mercadeo, y aquí un largo etcétera que abarca todos los aspectos de la vida cotidiana, desde los nuevos estándares de los servicios sociales como la conectividad que se añadirá a la par del acceso al agua y la energía como un ejemplo.
Volviendo al tema del artículo, no existe un día D, existe un conjunto de acciones que por voluntad y conciencia individual o por imposición, de los gobernantes actuales y futuros en cada país, se irán desarrollando y las mismas nos marcaran lo que será el nuevo modelo de orden social del cual deberá emanar un nuevo contrato social, quizás más universal o todo lo contrario nos volvamos más tribales.
Un abrazo a todos, con la confianza que no sea de las pocas cosas que se conviertan en un “lujo solo para inmunizados”.