Sindrome de Invulnerabilidad

La cultura y los dichos populares presentan varios elementos que siendo analizados y relacionados con precisión nos darán insinuantes luces que podrían plasmarse en relevantes desarrollos teóricos. Este fenómeno podría perfectamente ser explicado desde la experiencia adquirida por nuestros antepasados, sistematizado en lo que podríamos llamar el sentido común.

Desde no hace mucho, la psicología como disciplina orientada a desenterrar aspectos propios del comportamiento humano, ha comenzado a proyectarse hacia nuevos polos que van más allá del clásico desarrollo clónico; actualmente ya contamos con un cuerpo saludable y en franco desarrollo, orientado al estudio del comportamiento humano antes, durante y después de situaciones de emergencia, temática conocida como Psicología de la Emergencia.

Hero syndrom

Una de las temáticas propias de la Psicología de Emergencias, respecta al momento previo a la ocurrencia de la emergencia; nos referimos a la Psicoprevencion, y particularmente al Síndrome de Invulnerabilidad; comprendemos este concepto como el conjunto de características, percepciones, actitudes presentes en las personas que se accidentan con mayor frecuencia y que no les hacen evaluar o considerar adecuadamente el riesgo involucrado en las situaciones propias de la vida, o como complementariamente nos diría Freud, la expresión de las pulsiones de muerte presentes en todo ser humano.

Cuando hablamos de Síndrome de Invulnerabilidad comenzamos por pensar en la falacia de cambio, vale decir, en la errada percepción que tenemos asociada a la idea que todas las cosas buenas las hago yo y me suceden a mí; y todas las cosas malas las hacen otros y les suceden a otros. Desde esta distorsión, podemos comprender por ejemplo pensamientos asociados a frases tales como El Titanic no se hunde o mi empresa no la roban por ejemplo-, las cuales posteriormente se proyectan en comportamientos inseguros, pues si tengo la certeza que este buque no se hundirá, no es necesario colocar más botes salvavidas, así como si tengo la certeza que no lloverá, entonces no llevaré paraguas; sin embargo, el no llevar paraguas no me asegura que no lloverá. Este exceso de confianza producto de esta distorsionó oculta al peligro (en estricto rigor aumenta nuestra vulnerabilidad), o lo que en otras palabras dicho: En la confianza está el peligro.

Hero syndrom

En resumen, la ocurrencia de estos eventos no está asociada a mis percepciones de hundimiento o una lluvia inesperada, sino que está asociada a lo que yo pueda hacer realmente para reducir el riesgo, sea eliminando la amenaza o la vulnerabilidad.

Otro elemento relevante del Síndrome de Invulnerabilidad está asociado a un aumento en la frecuencia de los hechos; esta distorsión conocida como la falacia del jugador, se presenta por ejemplo de la siguiente forma: si durante mucho tiempo respondo a una situación que siempre se comporta de la misma manera, esto no implica que seguirá comportándose asi, ni que su probabilidad de ocurrencia aumente, tal como lo vimos en el cuento de Pedrito y el Lobo: si Pedrito anuncio al lobo varias veces y nunca vino, cuando realmente llego no había nadie para ayudarle.

Veamos la siguiente situación que nos ilustrara acerca de la distorsión: si las últimas 10 alarmas que hemos recibido han sido pruebas de sistemas o errores humanos de operación, no implica que la activación número 11 también lo sea, aunque en nuestra distorsionada percepción así lo pensemos. Si analizamos estas situaciones desde una perspectiva estadística, podríamos señalar —incluso con certeza— que existen más probabilidades que esta vez sea también un error; sin embargo, debemos recordar que también puede no serlo, puesto que las probabilidades de que se trate de una alarma real tampoco son cero, e incluso no han disminuido.

Si pensamos en reducir accidentes y/o estar preparados para responder adecuadamente ante algún evento de esta naturaleza (accidente, emergencia, desastre o catástrofe), debemos primero estar conscientes de las limitaciones que como seres humanos tenemos; estas distorsiones no distinguen género, raza o clase social, pues son tan universales como la incapacidad que el ser humano tiene para volar por sí mismo. Habiendo conocido ya estos elementos, es que mostramos el segundo paso, el cual consiste en tomar conciencia de ellos, incorporándolos dentro de nuestro repertorio comportamental: el primer paso es mostrar los fenómenos y procesos; el segundo está relacionado con lo que usted puede y está dispuesto a hacer al respecto.

  • Otra de las definiciones que podemos hallar al respecto es aquella rama de la Psicología General que estudia los distintos cambios y fenómenos personales, presentes en una situación de peligro, sea esta natural o provocada por el hombre en forma casual o intencional.